Una despedida perfecta en una temporada inolvidable
La RSD Alcalá cerró una temporada histórica de la mejor forma posible: con una victoria ante su afición y celebrando el tan ansiado ascenso a Segunda RFEF. Los rojillos llegaban al último encuentro del curso con los deberes hechos, pero con el hambre intacta. Querían despedirse por todo lo alto y así lo demostraron desde el pitido inicial.

La RSD Alcalá cerró una temporada histórica de la mejor forma posible: con una victoria ante su afición y celebrando el tan ansiado ascenso a Segunda RFEF. Los rojillos llegaban al último encuentro del curso con los deberes hechos, pero con el hambre intacta. Querían despedirse por todo lo alto y así lo demostraron desde el pitido inicial.
El equipo dirigido por Vivar Dorado salió volcado al ataque, decidido a regalar otra alegría a su gente. En el minuto 8, Dani Marín tuvo la primera gran ocasión del encuentro con un disparo ajustado que se marchó rozando el segundo palo. Fue el aviso de lo que estaba por venir. Alcalá dominaba, acumulaba llegadas y sometía al rival, pero el gol se resistía. Al descanso, el marcador seguía inamovible: 0-0.
Tras el paso por vestuarios, la historia cambió. Los rojillos salieron aún más enchufados, con el objetivo claro de romper la igualdad. En el minuto 70, Álvaro Portero, con un centro medido, encontró a Izan, que esta vez no perdonó: remate letal y 1-0 en el marcador.
Apenas sesenta segundos después, la conexión ofensiva volvió a dar frutos. Esta vez fue el maestro Sergio Marcos quien filtró un pase al corazón del área, desde el centro del campo. Izan, nuevamente, encaró al guardameta de Las Rozas y con frialdad definió para firmar su doblete y poner el 2-0 en el electrónico.
En el minuto 78, los visitantes lograron maquillar el marcador con un tanto que supuso el 2-1, pero el Alcalá no se dejó intimidar. Ya en el tiempo de descuento, Samu sirvió un centro preciso al área, donde apareció Pablo para marcar el 3-1 definitivo, desatando la fiesta en El Val.
Este partido no solo sirvió como broche de oro a una temporada de ensueño, sino que también tuvo un componente muy especial y emotivo: fue el último partido del capitán Antonio Huelves, una leyenda rojilla que se despide del césped dejando una huella imborrable. El aplauso cerrado de la grada fue un homenaje merecido a su entrega, liderazgo y amor por estos colores.
La RSD Alcalá culmina así una temporada para el recuerdo. Un equipo unido, valiente y competitivo ha devuelto al club a una categoría que merece. La Segunda RFEF espera, y con ella, nuevos retos. Pero este grupo ha demostrado que está preparado para seguir haciendo historia.
Escrito por: Ainhoa Riofrío