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Ejea frena, pero no detiene la progresión del Alcalá

La RSD Alcalá cayó por la mínima en tierras aragonesas frente a la SD Ejea en el sexto encuentro de la pretemporada. Fue la segunda derrota consecutiva de los rojillos, sí, pero también otro paso hacia adelante en la construcción del equipo que dirige Vivar Dorado, que volvió a dejar señales de solidez, carácter y una creciente personalidad competitiva.

 |  Alcala  |  Primer equipo

La RSD Alcalá cayó por la mínima en tierras aragonesas frente a la SD Ejea en el sexto encuentro de la pretemporada. Fue la segunda derrota consecutiva de los rojillos, sí, pero también otro paso hacia adelante en la construcción del equipo que dirige Vivar Dorado, que volvió a dejar señales de solidez, carácter y una creciente personalidad competitiva.

El arranque dejó claro que los complutenses viajaron a Ejea con hambre de balón. Apenas en el minuto 10, Izan sacó un disparo potente que obligó al guardameta local a intervenir. Pero la respuesta de los aragoneses fue inmediata: dos minutos después, en el 12, lograron adelantarse en el marcador con una acción rápida que sorprendió a la defensa.

Lejos de venirse abajo, el Alcalá reaccionó con temple. En el 19, Borja Sánchez rozó el empate con un lanzamiento de falta que llevaba la firma del gol, pero una estirada espectacular del portero local frustró lo que pudo ser el primer tanto. El Ejea apretaba, pero ahí emergió la figura de Pantoja, que volvió a dejar claro que está preparado para ser el gran guardián bajo los palos: seguro, ágil y decisivo para que los locales no ampliaran la ventaja.

Los rojillos, serios atrás y valientes en las jugadas a balón parado, tuvieron otra opción clara en el 32: córner botado por Javi Hernández y cabezazo de Dani Marín, que remató con todo pero se encontró, de nuevo, con la inspiración del portero rival. Con esa sensación de haber merecido más, se llegó al descanso con el 1-0.

En la reanudación, Vivián Dorado movió ficha y dio entrada a Ángel Blanco, David López y Marco en lugar de Cheki, Borja y Nieto. Los cambios refrescaron al equipo, que supo mantener la intensidad en un tramo de partido de dominio alterno. En el minuto 60 llegaron dos ocasiones consecutivas para el Alcalá que se marcharon fuera por escasos centímetros. La insistencia estaba ahí, y el premio parecía cercano.

El tramo final fue un intercambio de golpes. En el 81, Álvaro Portero logró batir al guardameta rival, pero su gol fue anulado por fuera de juego. Fue la última gran emoción de un encuentro que acabó con un 1-0 corto, que refleja la igualdad real sobre el césped.

Aunque el resultado no acompañó, el Alcalá volvió a competir con intensidad y a generar ocasiones suficientes para haber puntuado. El equipo muestra evolución, carácter y la seguridad de que cada amistoso lo acerca más a su mejor versión. La solidez defensiva, la personalidad en el balón parado y el empuje colectivo son señales de que el trabajo de Vivar  Dorado empieza a cuajar. La derrota se archiva, pero la sensación es clara: este Alcalá tiene hambre, ideas y cada vez más argumentos para ilusionar a su afición.

Escrito por: Ainhoa Riofrío