El Alcalá vuelve a 2ª RFEF con orgullo y una afición que se hace notar en La Matapiñonera
La RSD Alcalá volvió a saborear el fútbol de categoría nacional y lo hizo con la dignidad y la garra que siempre han definido a este club histórico. El estreno de los chicos de Vivar Dorado en 2ª RFEF tuvo lugar en La Matapiñonera, un escenario que pronto se tiñó del aliento alcalaíno gracias a una grada rojilla que no dejó de rugir desde el pitido inicial, haciendo sentir al equipo como en casa.

La RSD Alcalá volvió a saborear el fútbol de categoría nacional y lo hizo con la dignidad y la garra que siempre han definido a este club histórico. El estreno de los chicos de Vivar Dorado en 2ª RFEF tuvo lugar en La Matapiñonera, un escenario que pronto se tiñó del aliento alcalaíno gracias a una grada rojilla que no dejó de rugir desde el pitido inicial, haciendo sentir al equipo como en casa.
El arranque del encuentro estuvo marcado por la igualdad. Ninguno de los dos conjuntos consiguió generar ocasiones claras en los primeros compases, pero el Alcalá dejó claro que había llegado para competir y para mirar de frente a cualquiera. En el minuto 18, un saque de esquina lanzado por Borja Sánchez estuvo a punto de convertirse en el primer tanto de la temporada. Solo la inspiración del guardameta local evitó que los rojillos abrieran el marcador.
El Sanse golpeó en el minuto 24, poniéndose por delante con un tanto que marcó la diferencia al descanso (1-0). Pero lejos de bajar los brazos, el Alcalá regresó del vestuario con la ambición de quien no se conforma. Desde la reanudación, el dominio fue claro para los de Vivar Dorado, que empezaron a encerrar al rival en su área, volcados sobre la portería contraria.
En el 57, Edu Viaña recogió un balón con decisión y probó fortuna con un potente disparo, pero otra vez el portero local frustró la intentona. Apenas un minuto después, Borja Sánchez inició una jugada que culminó Javi Hernández con un chut que ya buscaba la red. Solo la bota salvadora de un jugador del Sanse impidió el gol del empate, cuando la grada rojilla ya lo cantaba.
El Alcalá insistió, apretó y generó ocasiones, pero la recompensa del gol se hizo esperar. La jornada inaugural se cerró con un 1-0 que no refleja la ambición, el empuje ni el corazón que pusieron los rojillos sobre el césped.
La nota más brillante estuvo en la grada: una afición entregada, incansable, que empujó al equipo como si se tratase de El Val y que despidió a los suyos con un aplauso que es promesa de futuro.
Ahora, la mirada ya está puesta en el regreso a casa. El próximo fin de semana, El Val volverá a vestirse de gala para acoger a su equipo en 2ª RFEF. La visita del Conquense marcará un reencuentro esperado y cargado de ilusión. Con más ganas que nunca, con la convicción de que este equipo tiene mucho que decir.
Porque si algo quedó claro en San Sebastián de los Reyes es que este Alcalá ha vuelto para quedarse.
Escrito por: Ainhoa Riofrío