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Racha rota: el Alcalá firma en Los Arcos la victoria que se hacía esperar

La RSD Alcalá llegó a Los Arcos con una misión simple y urgente: ganar fuera de casa. Con la afición viajera empujando, los de Vivar Dorado saltaron al césped decididos a cambiar su historia lejos del Val.

 |  Alcala  |  Primer equipo

La RSD Alcalá llegó a Los Arcos con una misión simple y urgente: ganar fuera de casa. Con la afición viajera empujando, los de Vivar Dorado saltaron al césped decididos a cambiar su historia lejos del Val.

En Los Arcos, la RSD Alcalá llegó con ese propósito que se clava entre ceja y ceja: romper, de una vez, la muralla de los partidos fuera de casa. Los de Vivar Dorado saltaron al césped con una determinación casi eléctrica, y el partido se abrió ante ellos como una puerta impaciente.

Nico Sánchez fue quien giró el picaporte. Su maniobra individual, un vaivén preciso, un regate que parecía escrito en tinta rápida, terminó en un gol que encendió la tarde y empezó a dictar el guion. Desde ahí, el Alcalá gobernó el juego con un ritmo firme, casi dictatorial.

Javi Hernández, siempre con el radar encendido, rozó el segundo con un disparo que chocó contra el palo, dejando un eco de lo que pudo ser. También llegó la acción afilada de Salinas por la línea de fondo, un pase quirúrgico hacia Javi Hernández que terminó disuelto por la bandera del asistente. El descanso llegó con el marcador custodiando el 0–1, breve pero poderoso.

La segunda parte abrió un compás más parejo. Orihuela quiso estirarse, pero poco a poco el Alcalá volvió a tomar las riendas. Ocasiones claras como ventanas abiertas: el mano a mano de Nico, la doble estirada del guardameta local ante el disparo de Izan y el posterior intento del propio Nico buscando cerrar la historia. Ya en el descuento, Javi Hernández se elevó para cabecear un balón hambriento de red, pero el portero volvió a interponerse.

Y, aun así, la tarde estaba destinada a teñirse de rojo: los tres puntos se subieron al autobús como un botín largamente perseguido. Y a todo eso se sumó el candadazo de Superpantoja, ese gesto final, entre ritual y contundencia, que dejó a los locales sin llave para abrir esperanza alguna.

La afición desplazada, columna vertebral viajera, dio forma y ruido a una victoria que sabe a liberación. El Alcalá, por fin, firmó su triunfo lejos de casa y lo guardó como quien mete una joya en el bolsillo interior de la temporada.

FICHA TÉCNICA

Orihuela CF: Buigues; Ignacio Vila (Gonzalo Miranda, 79’), Rivera (Héctor Basterrechea, 69’), Alonso Lara (Camilo Mozo, 61’), Joan Monterde (expulsado 74’), Ángel Sánchez (Adnane Bensaad, 69’), Juanma García, Louis Booker, Javier Solsona (Rubén Solano, 61’), Alejandro Salto y Rubén García Canales.


RSD Alcalá: Pantoja; Javi Jiménez, Jesús Arribas (Caste, 84’), Sergio Marcos, Javi Hernández, Marco López (Izan, 72’), Chete, Aitor González, Nico Sánchez, Dani Nieto y Salinas (Blanco, 72’).

Árbitro:  Carlos Palencia Cerdeño del Comité de Árbitros de Castilla La - Mancha, amonestó por el Orihuela a Rivera (45+3’), Ángel Sánchez (50’), Monterde (56’ y 74’) —expulsado por doble amarilla— y Louis Booker (73’). Por la RSD Alcalá mostró amarilla a Nico Sánchez (35’) y Chete (45+1’).

Escrito por: Ainhoa Riofrío